RESPONSABILIDAD SOCIAL EN EL DISEÑO GRÁFICO

Cada una de las carreras profesionales, quiera o no, causa un efecto directo o indirecto en la sociedad, y el Diseño Gráfico es una más de ellas. Esta área del conocimiento tiene un gran impacto en las personas, sean estas los clientes o los usuarios de sus respectivos diseños. Como diseñadores gráficos manejamos una alta cantidad de contenido gráfico que está entrando al subconsciente de las personas todo el tiempo, y es por esto que debemos entender nuestra gran responsabilidad como comunicadores visuales, dentro de esta sociedad consumista y manejada por los medios digitales. 

El efecto “Priming” nos ayuda a entender mejor de qué forma recibimos la información los seres humanos, ya que este explica cómo, cuando nosotros somos expuestos a un estímulo inicial, en este caso un elemento audiovisual, el cual muchas veces es imperceptible, siempre tiene repercusiones en nuestro comportamiento, pensamiento o en cómo se recibirá un futuro estímulo, lo interesante es que todo este proceso se desarrolla de forma inconsciente, por lo que es importante ser responsables con qué información difundimos y de qué forma lo hacemos como diseñadores gráficos. Toda esta información recibida de manera involuntaria se guarda en el subconsciente, crea reacciones en nosotros y sin darnos cuenta influye en nuestra forma de actuar y pensar posteriormente. Es por esto por lo que tanto la publicidad, el marketing y el diseño gráfico han ganado terreno últimamente, ya que estas disciplinas han logrado evaluar las reacciones de los seres humanos el momento de recibir esta información, sus consecuencias y las constantes en sus interacciones, y con esto se puede controlar qué va a ver, recibir, abrir y leer cada persona, siempre enfocándose en sus gustos y otros parámetros. Gracias a estos grandes avances es que hoy en día algunas empresas usan estas herramientas para controlar las decisiones de las personas, llenarlos de información e instaurar ideas basura. 

Con el tiempo la línea que separa la ética y la moral de los diseñadores gráficos se ha vuelto cada vez más difusa, justificando formas de llegar al público como procesos innovadores o estrategias comerciales. Es por esta razón que resulta imperante que cada diseñador contribuya para la creación de una mejor sociedad, manteniendo la responsabilidad social como profesionales, en este caso como diseñadores, es vital no seguir difuminando esta línea, para de esta forma ser actores del cambio. 

La responsabilidad social empresarial carga con un fuerte impacto que influencia en el pensamiento de las personas por medio de la implementación y difusión de mensajes, las ideas y narrativas visuales que conectan con su atención de tal manera que la puedan redireccionar a sus propios fines, mismos que deberían ser filtrados a través de un código ético específico que invalide cualquier intento de manipulación mediática que ha venido siendo muy común en el diseño empresarial. 

Para ello se debe procurar tener intenciones que impulsen el bien común permitiendo así ser partícipes activos en la creación de un mundo más transparente, sin embargo, es también común observar que las empresas solo toman conceptos como el apoyo y respeto cultural, el cuidado del medio ambiente o la integración de grupos sociales vulnerables como pretexto para una mayor aprobación social, valiéndose así de los tópicos sociales del momento, para poder generar contenido que tenga mayor recepción y acogida en la mente de las personas y poder generar mayores ventas o implementar un mayor consumo de acuerdo a su beneficio, este trato insensible desata en tergiversaciones de una correcta responsabilidad social, ya que los diseñadores gráficos al ser los encargados de manifestar los propósitos de la empresa usando los respectivos códigos visuales intensifican una mala comunicación gráfica, ya que los propósitos principales no son afines al cuidado de un mensaje publicitario ético, teniendo en cuenta así que la moral llega a tener criterios estéticos, debido a que se adaptan los mensajes visuales a la tendencia o tópico del momento malintencionado indirectamente su reputación solo por el fin egoísta de adquirir mayores beneficios y ventas, dejando totalmente aislado al objetivo de generar un mundo mejor y solo sosteniéndose dentro de aquello que es considerando como políticamente correcto pero no de la verdad y la realidad. 

Debido a esto los diseñadores, que usualmente no conocen del verdadero poder que tienen al crear tanto contenido visual como audiovisual, deben resguardar cuidadosamente una mayor responsabilidad sobre los argumentos gráficos que generan debido a la influencia y el impacto que tienen en la sociedad, ya que la principal forma de consumo es mediante el sentido de la vista, teniendo la capacidad de vulnerar o fortalecer la confianza de las personas, así mismo de ser los arquitectos de una comunicación más sostenible y duradera dentro de los estrechos muros sociales en los que vivimos. Nosotros tenemos el contenido en nuestras manos y debemos transmitirlo de una forma responsable, sin usar a otros o valernos de ellos para lograrlo.

Puedes revisar un PDF en : PRESENTACIÓN



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